Buscamos el amor
en los gestos aprendidos:
nos tocamos las manos
nos miramos los ojos
fijamente
bien al fondo
escarbando con ansias lo que calla el otro
queriendo inventar una luz que nunca ha sido
queriendo encender un fuego
desde nada
con unos cuantos leños
húmedos porosos
un fuego sin cenizas y sin aire
No hay nada que apagar
y tú lo sabes
Sabes que queremos querernos
porque estamos solos
Sabes que toco tu mano
maquinalmente
porque quiero que me lleven de la mano
de cualquier mano
a un rumbo lejano y aleatorio
Sabes que me quedo en tus brazos
porque quiero que me envuelvan unos brazos
y me arropo con ellos porque tengo frío
Sabes que besas mi mejilla
porque tus labios añoran
una piel
y no la mía
Sabes que tus dedos
no se deslizan en mi pelo
porque amen el tacto de estos rizos negros
(podrían ser ondas rojas y daría lo mismo)
pues llevan buenos años esperando un escondite
Sabes que queremos querernos
pero estamos solos
más solos aún cuando en silencio
naufragamos al tiempo
nos vamos hundiendo
nos vemos hundirnos
ahogándonos
en intentos fallidos
en ademanes torpes
acabando
perdidos sin retorno
buscando el amor en un manual
como quien busca un pino en el desierto