Thursday, January 26, 2012



Efecto sorpresa

“No estabas en mi umbral
 ni yo salí a buscarte para colmar los huecos que fragua la nostalgia”
Olga Orozco

No estabas pero

                             venías así
                             y tuve que inventar un umbral
                             tuve que cavar otros huecos
                             aunque no fueras a llenarlos

tuve
        que crear una nostalgia
        para ti
        un desasosiego nuevo
                                             distinto

tuve que moldear mi espera
como si fuera barro
y ahora que te espero
te espero a tu medida

No estabas en mi umbral
ni llegas todavía

pero mírame aquí
forjándote una pena 

Tuesday, January 17, 2012

Ruinas

que se abra la tierra
                              por ahora

que te trague un volcán
y ya no vuelvas

que de tanto dolor
                            ya no me duelas

que te olvide de pronto

y que el recuerdo
                         sea una imagen difusa
                         fragmentaria

que te desvanezcas
que mis ojos ya no puedan
dibujar tu silueta
                             y no te vea

que no seas ni una sombra

que no quede ni el eco de tu nombre
ni un retazo de tu historia

que no haya un rastro
de ti
en estos escombros

y que pueda quedarme sola
con mis ruinas

Friday, January 13, 2012

Junto al mar

Empiezo a olvidarte junto al mar

las olas no me hablan de ti
ni del desastre de quererte

se rompen en la arena
ya sin más

libres al fin
de aquel disfraz de emisarias
que les quedaba grande

las olas hablan ahora
de los secretos de los marineros
o del ir y venir de las gaviotas

ya no repiten tu nombre
como un eco testarudo
fijo
       sin regreso

quizás te llaman a veces
invocándote de memoria
apenas por costumbre
franqueando el silencio
que me impuse

Pero cada vez menos:
las olas recuerdan mis palabras de nuevo

lo que yo les decía
antes de buscarte ciega
                             encandilada

aturdida por el dolor
trastornada por la ausencia repetida:

(te vas
quién sabe si vuelvas algún día
y mientras tanto

me cuelgo de las paredes
le pido al mar que no me diga que no vuelves

y después
             
apareces
              como si nada
como si yo no hubiera perdido otra batalla
contra la pena

y me cuentas
aquella cosa que pasó en la oficina
y me dices
aquel verso
que me habías prometido         ya lo encuentras

yo te sigo
               lo completo

así es que va)


Pero esta vez
me quedé
con el verso      atravesado
pues ya no volviste

llegué hasta el mar entonces
para llorar mi pena

esperando que el agua
me sanara

y aquí sigo
un poco adolorida
pero menos
ciega
menos aturdida

pidiéndole a las olas
que también te olviden

Acechanza

“El desamor del que amas te hace libre” Piedad Bonnett

libre de ti
               libre de mí

amarrada al dolor
pero ya sin laberinto
                                sin acertijos

libre de la torpe incertidumbre
de la conjetura

libre de la espera ingenua
sabiendo que Godot no llega nunca llega

Prisionera todavía
                            de la pena
                            de la angustia
                                                  (pero aparece ya
                                                   sin impaciencia
                                                   hasta sin tiempo)
                                                  

Prisionera todavía
                             de la rabia
                             (pero se va pudriendo
                              se va aplacando
se va convirtiendo 
                             en desconcierto)

Encadenada también
por un desasosiego
que es el eco de tu nombre

Pero libre
                de tu fantasma
del que engendró tu sombra

Ahora
           sólo me persiguen
mis conjuros

los que inventé para borrarte
y no te borran todavía

los que se estrellan aún
con tu acechanza
Devuélveme la tarde

I.
Hoy no quiero escribir sobre el sol
Quédate con tu nombre

Hoy niego el atardecer
porque me cuenta de ti
                          de aquel desastre

Hoy desando mis pasos
                                    deshablo mis palabras
                                    me retracto
Hoy no quiero
que la luz te llame

Renuncio
                 a la playa
                              a las gaviotas

Hoy no quiero que el mar
sea un recuerdo tuyo
                                 hondo
                                 inagotable

Hoy me disgustan las nubes
que dibujan el mapa de tu tierra

No me invadas mi cielo no lo invadas

Deja que esta tarde sea mía

déjame olvidarte
mientras el sol se pone

II.
Ya volverá mi noche
Ya volveré a buscarte ciega
                                          en las tinieblas

Ya me verás de nuevo acurrucada
abrazándome las rodillas
cerrando los ojos para que no me veas

Ya seré aquel dolor de madrugada
pero aunque sea por hoy

devuélveme la tarde
El eco

Te olvido nombrándote:

Oigo tu eco

como si se estrellara
el silencio contra la noche
como si en vano buscara
una palabra
que pudiera callar
para ser silencio

El eco necesita
sílabas que borrar

una nada que le sirva de asidero:

Rebota entonces
                          de ella al aire
                          de ella al trueno

El eco necesita
                        tanto
de la piedra
como de su ausencia

Dibuja su voz
                     que es el camino

de la materia al viento

como uniendo puntos
forma constelaciones

el eco y su vacío