Colección de llaves
Detrás de la vitrina hay todo tipo de llaves. Pequeñas, grandes, de hierro, de oro. Algunas, incluso, habría que sostenerlas con las dos manos.
Ver tantas llaves me hace pensar a la vez en la idea del secreto y en la del descubrimiento. Hay algo inaccesible. Hay una curiosidad casi morbosa. Pero basta tener la llave para que el secreto se transforme en recuerdo. Solo con tener la llave, ese secreto se fusiona con el carácter de su poseedor y empieza a buscar su esencia para desde ese escondite, hacerlo único en el mundo.
Entonces es suficiente tener la llave. Todos los que tuvieron esas llaves fueron alguna vez únicos.
Tal vez, en el universo de todas y cada una de las personas hay una colección de llaves.