El amor es un marinero triste
El amor es un marinero triste
se pone pensativo en la tormenta
camina en cubierta
de aquí para allá
impaciente
frotándose las manos
o escondiéndolas en los bolsillos
se aburre en los tiempos
de calma
se sienta a mirar las olas
desde el mástil
y no sabe qué hacer
cómo ocuparse
Cuando al fin de lejos
ve la tierra
extraña navegar
sin haber desembarcado todavía
sin haber hundido el ancla
ya quiere zarpar de nuevo
prefiere ir
al arbitrio de la marea
El amor es un marinero sin anclas
que huye de la costa
pues le teme
el amor
ese marinero triste
que tanto sabe de naufragios