Monday, February 07, 2011

En casa

A veces el amor llega despacio
sin hacer ruido
sin anunciarse demasiado

Entra por la puerta de atrás
se va instalando
es un huésped invisible
que hasta lava sus platos

A veces el amor llega despacio
y no sabemos cuándo entró
ni por qué se quedó
ni cómo hizo para ocuparnos

sólo sabemos que un día
ya no funcionan las llaves

y no queda más remedio
que golpear
discretamente

cruzar el umbral en puntillas
sin reconocer ni la alfombra de la entrada
cerrar la puerta tras de sí
sin saber si volveremos a salir

sintiéndonos hondamente ajenos
aunque nunca estuvimos tan en casa