Casa vacía
Llego.
Y la casa vacía.
Otra vez.
De nuevo esa soledad,
ese silencio
que ya me está invadiendo
y me estoy volviendo yo silencio
y me estoy volviendo yo ausencia
y me estoy volviendo yo recuerdo.
Abro la puerta
y me transformo en el recuerdo
de cuando a esta casa todavía
no se la había tragado
el vacío.
1 comment:
Y lo curioso es que entre más nos volvemos silencio y ausencia mas nos activamos por dentro, mas se iluminan esos estratos extraños de nuestro pensamiento, el mundo parece más cargado de nosotros mismos y nosotros del mundo...
De otra forma, como se explica que tengamos que escribir?
(y a la vez no).
besos marisol.
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